viernes, 8 de febrero de 2013

Parábola de Camilo Torres


Como igual nadie entendió el por qué de la vocación sacerdotal del joven Camilo Torres Restrepo- ni siquiera quien le acompañó a la estación de La Sabana, Luis Villar Borda-, igual, nadie entendió por qué se fue a la montaña. Cuando la montaña era algo más que…
Y digo nadie, porque no lo entendió el entonces naciente Ejército de Liberación Nacional, quizá esos fueron los que menos. Los más alejados de comprender el carisma místico de Camilo, la forma en que él veía la emancipación de su pueblo.
Camilo fue un hombre que la vida lo fue arrastrando. Si bien nada guardaba de cura de confesionario, y eso lo encontramos cuando le expulsan de la capellanía de la Universidad Nacional, tampoco con el secuestro de civiles y extorsión de dinero.
Enrique Santos Calderón, diría que es una lástima para la izquierda colombiana, que , teniendo a Camilo,  se vayan a buscar modelos que no tienen nada que ver con él.
En carta de Isabelita Restrepo, madre del irreverente cura, escribe: “Fidel quiere que escoja una casa donde vivir, pero yo le digo que él manda en Cuba, pero no en esta madre suya”.
Terminó sus años aquí, en esta isla y pocos lo saben. Es una parábola. La misma parábola del enigma de la vida de Camilo Torres Restrepo.
    

Camilo y el Ayatollah Jomeini


En la Plaza de la Revolución de la Habana, hay una imagen de Camilo. La erigieron en el Ministerio de Comunicaciones  y mira a Nuestro Martí. Cerca, en el edifico del Ministerio del Interior, Che Guevara. El argentino no hace esfuerzo alguno por identificarse: es la foto de Korda y todos le conocen. Ha estado allí, de una forma u otra desde el 18 de octubre de 1967. Celia le advirtió al comandante Ramiro: no se te ocurra sacarla.
En 1997 tomó un soporte que es el que se distribuye en postales.
Ayer, hablé con un amigo mexicano; amigo mío y de la Revolución Cubana.  Hacía dos años que no visitaba la isla. Le mostré la imagen de Camilo. No lo conoció. Se colocó los espejuelos. Ustedes están locos, pero no para colocar en la Plaza de la Revolución  al Ayatollah Jomeini. Le miré extrañado.  Oiga , ese es Camilo Cienfuegos. Bueno usted dirá que es Camilo, pero así de serio, deja de serlo y se convierte en un integrista iraní.
Es cierto. Cumplimos con Camilo, merecido espacio. Pero le arrugamos el rostro.

Dos Camilos tengo yo...


Nuestro continente sufre de cargar con la necrofilia como algo que debemos admirar. Pasan los año s y seguimos conmemorando las muertes  y olvidando los nacimientos. Damos vivas a las mortajas, enterramos las serpentinas.
Así, el Camilo cubano es traído a nosotros, cuando se nos fue; así el Camilo colombiano es alabado por un fusilito.
Quién recuerda el cumplevidas de ambos. Muy pocos.  Se impone la necrofilia centenaria, de la cual, los rebeldes, no hemos sabido sacudirnos.
La biofilia, que tanto cita Paulo Freire, parece maldita incluso entre algunos educadores y educadoras populares. Camilo Torres fue el precusor de la Teología de la Liberación. El fundador junto a Fals Borda y Umaña  Luna de la primera Facultad de Sociología de América Latina. De crear la organización política Frente Unido, donde iba la Democracia Cristiana, pasando por el ala disidente del liberalismo colombiano- el Movimiento Revolucionario Liberal, encabezado por López Michelsen-, hasta  miembros de las Juventudes Comunistas.
Del Camilo cubano, los niños solo conocen que su avioneta se perdió en el mar. El resto, que hay escuelas de formación militar que llevan su nombre. Pero, a quién el che le dedica su texto  Guerra de guerrillas …casi nadie lo sabe…casi nadie sabe de la novia salvadoreña mientras fregaba platos y de sus acercamientos ligeros al anarcosindicalismo, gracias a los emigrados españoles.
Dos Camilos tengo yo…a los dos los llevo vivos

jueves, 7 de febrero de 2013

Historia clínica de un militante intelectual de las extremas izquierdas



Nacido en Trevelin, 1969, militó en la Corriente Bolchevique- Bandera Roja (C.B.-B.R.). Se doctoró en el Centro de Investigaciones Kim Il Sung (C.I.K.I.S.), con el trabajo La parasicología analizada desde una óptica juche, texto el cual recibió varios reconocimientos internacionales como el Premio Zhdánov de Ensayística Científico Social y mención honorífica de la Fundación Presidente Gonzalo.
Posteriormente, con su tratado “El polpotianismo ilustrado como nueva percepción del trabajo socio comunitario”, merece una beca en la Universidad Baader-Meinhof,  en la cual sería uno de los impulsores de la licenciatura en “Teoría de la Política Exterior de Enver Hoxha”, donde impartiese la asignatura “Análisis del revisionismo vulgar del XX Congreso del PCUS”.
Publica el volumen Indumentaria de líderes históricos de liberación. Lectura avanzada de Suje Bator a Mathieu Kérékou. Donde realiza una profusa investigación de los atuendos más significativos de ciertos personajes que oscilaron en las líneas de poder antes y durante la Guerra Fría. Tal escrito le permitió adentrarse en el campo de la llamada por él “antropología avanzada de la futura sociedad comunista”.   
Se auto designa el título doctor honoris causa  en dos ocasiones, logrando hasta el momento que ningún intelectual haya arribado a tal grado académico, al menos por dicha vía.
Radicado actualmente en Lesotho, se dedica al estudio y difusión de los textos de Mengistu Haile Mariam.

Nota: Debido a su patología esquizoide olvidó su nombre...