En la Plaza de la Revolución de la Habana, hay una
imagen de Camilo. La erigieron en el Ministerio de Comunicaciones y mira a Nuestro Martí. Cerca, en el edifico
del Ministerio del Interior, Che Guevara. El argentino no hace esfuerzo alguno
por identificarse: es la foto de Korda y todos le conocen. Ha estado allí, de
una forma u otra desde el 18 de octubre de 1967. Celia le advirtió al
comandante Ramiro: no se te ocurra sacarla.
En 1997 tomó un soporte que es el que se distribuye en
postales.
Ayer, hablé con un amigo mexicano; amigo mío y de la
Revolución Cubana. Hacía dos años que no
visitaba la isla. Le mostré la imagen de Camilo. No lo conoció. Se colocó los
espejuelos. Ustedes están locos, pero no para colocar en la Plaza de la
Revolución al Ayatollah Jomeini. Le miré
extrañado. Oiga , ese es Camilo
Cienfuegos. Bueno usted dirá que es Camilo, pero así de serio, deja de serlo y
se convierte en un integrista iraní.
Es cierto. Cumplimos con Camilo, merecido espacio.
Pero le arrugamos el rostro.
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