En Hungría y en Polonia está
prohibida la estrella roja. Según ellos, portar este ícono, significa aludir a
los tiempos cuando se vivió bajo la tutela soviética y la represión de los
“regímenes comunistas”.
Mi abuelo, que si bien no es ni de
lejos militante comunista, pero sí fue miembro del Movimiento 26 de julio y ha
continuado junto a la Revolución Cubana, para él su cerveza preferida es la
Heineken, y no precisamente por tener una estrella roja como parte de su
logotipo. Razón no le falta: los buenos bebedores de cerveza la catalogan como
una de las primeras.
Hungría y Polonia son países donde
es tradicional tomar cerveza y apreciar la buena cerveza.
Si la libertad les prohibió tomar
Heineken, imagino entonces, que fue en vano la rebelión magyar de 1956 y la
lucha de los obreros en el Sindicato Solidaridad.
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